El liberalismo económico fue
una nueva teoría que defendía la libertad de los fabricantes
para producir y de los comerciantes para vender y
transportar sus productos.
Gracias a esta libertad se podía conseguir el desarrollo y
enriquecimiento de un país.
El capitalismo industrial
era un nuevo sistema económico en el que la industria era la
actividad que generaba más beneficios.
El liberalismo económico
beneficiaba a la burguesía, que era dueña de las industrias y
de los negocios comerciales. A cambio, dejaba desprotegido a
los obreros, que podían
ser despedidos y explotados en su trabajo (muchas horas de
trabajo, bajos salarios…)
sin que el Estado los defendiese.